Personalmente, nunca hubiese entrado a este local mal llamado ""pizzeria"", donde lo más cercano a eso es que poseen un horno y el producto que sirven es redondo. Lamentablemente, al salir del teatro el pasado sábado un trueno presagiaba una fuerte tormenta, lo que me indicó que no debia caminar muy lejos...mis pasos me guiaron erróneamente a este engendro creado a fuerza de publicidad y a tomar a fuerza de billetazo muchas esquinas de Buenos Aires. No voy a hablar del producto ya que no vale la pena: si compras una prepizza media masa en cualquier supermercado, no vas a notar la diferencia. La totalidad de los productos anexos llegan a la mesa en envases descartables, lo cual indica que todo sale de una planta de elaboración. Lo que no está mal, ya que de alguna manera asegura cierta inocuidad alimentaria, que con el personal que manipula la comida y su dejadez bien visible, hoy es un problema mantener alimentos sin contaminar (sino pregunten por Palermo a ver cómo andamos de intoxicaciones alimentarias). El grave problema de estos locales es que estan plagados de cuadros con fotografías mostrando pizzerias, maestros pizzeros con sus remeras blancas, harina volando en sus acrobacias pizzeras, viejas e ilustres locales de los años 60 y 70... y esto hay que contrastarlo con el adefesio actual que nada tiene de parecido, pero se recuesta en esa historia que no les pertenece. Porque a estos grupos económicos que manejan estas marcas, lo único que les interesa es... si, ya lo sabes, poderoso caballero es don dinero. Si buscas una experiencia realmente ""pizzera"", aca no la vas a encontrar. Si queres guarecerte de una tormenta, trata de encontrar un toldo amplio hasta que pare de llover, si no querés tirar tu dinero. Por lo demás, hasta que el encargado pone musica latina fuerte, el ambiente es familiar y agradable, bastante cómodo si sos de River (todo es color rojo y blanco), y tiene mucho público que prioriza el reunirse y tomar una cerveza mientras come algo sin prestarle demasiada atención al producto. Algo que me hizo reir: en una pared esta pintada una leyenda que dice: ""Rompemos el molde""....y la verdad es que no muchachos, ustedes rompieron la tradición de las viejas pizzerias para convertirse en uno más de los fast food que pululan en todas las ciudades. Vale decir... están dentro del molde. Triste y solitario final.